Portavocía del Comité de Defensa Nacional exige al Sur de Corea exponer su posición sobre mejoras de la relaciones Norte-Sur

En estos días, en el círculo político del Sur de Corea cuestionan la “sinceridad del mensaje del Año Nuevo del Norte de Corea” y se oyen los disparates que malinterpretan el histórico llamamiento de la República Popular Democrática de Corea como “abrazo con el Sur de Corea para romper la cooperación Sur de Corea-Estados Unidos” y “ofensiva de diálogo para liberarse de la presión internacional”.

    Para colmo, aplauden la injusta “sanción adicional superdura contra la RPDC”, tomada por EE.UU., describiéndola “medida apropiada” y vuelven a instigar a una chusma a lanzar volantes de contenido anti-RPDC en los alrededores del frente.

    Con respecto a la situación dada, el portavoz del Comité de Defensa Nacional de la RPDC publicó el día 7 una declaración en que exigió a las autoridades surcoreanas exponer su posición sobre los siguientes puntos:

    Primero. ¿Quieren de veras traer gran viraje y cambio en las relaciones íntercoreanas mediante el diálogo, negociaciones, intercambio y contacto o seguir recurriendo a las acciones conflictivas como lanzamiento de volantes?

    El problema es que ellas dicen que no pueden frenar esa acción conflictiva, que se cometen en su zona jurisdiccional, pretextando la “libertad de expresión”, “características del régimen”, “falta de fundamento legal”, etc.

    Las autoridades surcoreanas deben dejar en claro su posición sobre el diálogo o la confrontación.

    Segundo. ¿Quieren de veras preparar el ambiente pacífico de la Península Coreana o continuar agravando la tensión?

    En vez de responder al llamamiento pacifista de la RPDC de poner fin a los ejercicios militares conjuntos con las fuerzas extranjeras, la capa militar del Sur de Corea publicó abiertamente desde el comienzo del año nuevo la continuidad de los ejercicios de guerra nuclear contra la RPDC, aduciendo que mientras exista la “alianza Sur de Corea-EE.UU.”, “continuarán los ejercicios” para mantener la combatividad.

    En los primeros días del año nuevo, el jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor del ejército surcoreano sobrevoló a bordo de un caza las aguas del mar sudoeste, zona candente, instruyendo que “asestarán sin vacilación alguna el castigo implacable cuando el Norte de Corea incurra en un acto provocador”.

    Las autoridades surcoreanas deben exponer claramente su posición: preparar el ambiente pacífico del país o continuar agravando la tensión.

    Tercero. ¿Quieren de veras lograr la gran unidad acorde al ideal de “Entre nosotros, los connacionales” o perseguir la “unificación mediante la fusión de regímenes” y la “confrontación entre los regimenes”?

    El círculo político surcoreano, precisamente, las autoridades intentan sujetar el diálogo y contacto sinceros para la reunificación de toda la nación coreana a la realización de la “doctrina de “Thong-il Taebak” (cajón de tesoros para la unificación) presentada por la actual mandataria.

    Para colmo, suenan unas tonterías tales como “logremos a muerte en 2015 la unificación bajo el sistema democrático liberal” mientras el ministro de Unificación aboga en el lugar público por “lograr la unificación bajo la dirección del Sur de Corea”.

    La mandataria surcoreana dice sin vacilación que este año “se debe inducir, cueste lo que cueste, el cambio significativo del Norte de Corea.

    Las autoridades surcoreanas deben tener bien presente la decisión y voluntad de la RPDC que se reflejan en el llamamiento a escribir de nuevo la historia de relaciones íntercoreanas.

    Observaremos con vigilancia los movimientos posteriores de las autoridades surcoreanas.

 

KCNA

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